EFE | Viajar al extranjero: cómo evitar que la aventura se convierta en un COVID-19
Viajar al extranjero sigue siendo una opción este verano si se aceptan los términos de la “nueva normalidad” del país de destino y se extreman las precauciones para evitar la COVID-19. El final de la aventura no tiene por qué ser un PCR positivo.
Desde que terminó el estado de alarma, la movilidad nacional es libre, salvo confinamientos puntuales, y los españoles también pueden viajar fuera del país, aunque las opciones están muy limitadas: la mayoría de Estados prohíben la entrada a turistas, mientras que otros incluyen la admisión de viajeros -guardando o no cuarentena- entre sus medidas de protección frente a la COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud está animando a los países a levantar gradualmente las restricciones de viaje internacional -siempre tras realizar una “evaluación exhaustiva del riesgo”-, aunque todavía deben “priorizar los trayectos esenciales para emergencias, acciones humanitarias y repatriaciones”.
Tampoco invitan a hacer las maletas las advertencias del Ministerio de Asuntos Exteriores: “Ni las embajadas ni los consulados tienen capacidad para suplir las carencias que puede registrarse en los servicios turísticos contratados, ni las deficiencias que se puedan registrar en los sistemas de salud”.
Este año, más que nunca, es necesario contratar un seguro médico y viajar con la cartera preparada para afrontar los posibles gastos derivados de confinamientos sobrevenidos en el lugar de destino.
¿Qué más debemos tener en cuenta?
Países que nos dejen entrar sin “cuarententas”
Con una pandemia de coronavirus que continúa avanzando en todo el mundo, y en un país donde los contagiados no han dejado de aumentar en las últimas semanas, son muy pocos los destinos a los que los españoles pueden viajar sin restricciones.
Casi todos los países de la Unión Europea, México, Groenlandia, Mongolia y otros habitualmente poco frecuentados por turistas (Siria, Corea del Norte, Yemen o Afganistán) dejan entrar libremente a españoles.
Más de 50 países permiten la entrada de ciudadanos españoles con determinadas condiciones o tras pasar cuarentenas, entre los que se encuentran vecinos como Países Bajos, Irlanda, Italia o Reino Unido.
Pero la mayor parte de Estados del mundo, sobre todo en América y África, ha vetado la entrada de viajeros, y entre ellos los españoles, a causa de la COVID-19.
¿Destinos exóticos o domésticos?
Una regla evidente es la de evitar destinos donde haya más casos que en España, según la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
A día 3 de agosto, de entre los países donde se nos permite la entrada, México, Reino Unido o Irán han registrado más contagios, y los dos primeros e Italia tienen más muertes que nuestro país, según el Centro de Recursos sobre el Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.
“Cuando un destino tenga una situación epidemiológica más grave, hay que evitarlo”, explica a Efetur el secretario de la SEE, Federico Arribas.
El experto desaconseja viajar también donde la higiene y los sistemas sanitarios difícilmente puedan ofrecernos una buena asistencia en caso de contraer la COVID-19.
¿Cómo es mejor viajar?
Como norma general, es mejor evitar los transportes en los que viajemos en un espacio cerrado con otros pasajeros, ya que el contagio se produce por vía respiratoria, cuando alguien infectado tose, habla o respira cerca de otras personas.
Esas “gotículas respiratorias” pueden alcanzarles si están a menos de un metro de distancia, e incluso más allá si se expanden en aerosoles, de ahí que se recomiende evitar espacios cerrados en la medida de lo posible.
Si se viaja en avión, tren o autobús (o en coche, junto a pasajeros con los que no convivimos), hay que llevar mascarilla, mejor si es de alta protección, como una con filtrado de partículas FFP2, precisa Arribas.
¿Y los cruceros?
Aunque la pocas compañías siguen ofreciendo este tipo de viajes, expertos desaconsejan los cruceros durante la pandemia porque se corre el riesgo de quedar confinados durante la travesía, como ya ocurrió en el Diamond Princess, cuya cuarentena terminó con más de 500 contagios.
Alojamiento
En un hotel o apartamento turístico, el lugar donde se duerme no tiene por qué suponer un gran riesgo si se cumplen normas de higiene escrupulosas, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Turismo.
Todo el personal de servicio debe llevar equipos de protección individual (EPI) y desecharlos cuando ha terminado su trabajo; se han de reducir los elementos de contacto con el público (bolígrafos, pago en efectivo, saludos con contacto, autoservicios…) y la presencia de textiles en las habitaciones.
De hecho, la ropa de cama y mantelería deberán lavarse a más de 60 grados para eliminar el virus, y también se tomarán medidas extraordinarias como limpiar el filtro de los secadores de pelo tras la marcha de los huéspedes o precintar las perchas.
Medidas higiénicas de desinfección similares se exigen también para los apartamentos turísticos.
En los hoteles, el riesgo se encuentra sobre todo en el uso de las zonas comunes: piscinas, gimnasios, vestuarios, ascensores, recepción…
Lugares donde hay que cumplir con la distancia de seguridad y llevar mascarilla para burlar a la COVID-19.
Para el experto de la SEE, alojarse en un hotel en este momento “no presenta ningún problema”, pero sí recomienda usar el sentido común: escaleras en lugar de ascensores y evitar aglomeraciones.
Extraído de: EFE.